Capítulo 4: La economía se ralentiza, el capital extranjero se retira, el mercado laboral sufre una fiebre de creación de Pequeñas y Medianas Empresas, y al final todo se lo quedan los bancos, participados por el gobierno.
Continúa la crónica.
Frente a la febril actividad financiera, contrasta el lento desarrollo de las empresas industriales de categoría. La creación en Barcelona de "La España Industrial" (50 millones de reales) por los hermanos Muntadas, para dedicarse a la industria textil en varias provincias, es el acontecimiento más destacado (noviembre de 1848). (...)
En cuanto a las sociedades de mediana cuantía, gran parte de ellas fruto de la especulación, nacían y morían por doquier. (...) Las empresas de capital extranjero eran aún poco numerosas. (...) Las inversiones eran poco cuantiosas, el mercado nacional sumamente débil, y si en Catalunya y el País Vasco surge el espíritu de una empresa industrial, los capitales producto de la acumulación agraria se orientan hacia la especulación, el crédito o la concesión gubernamental, y no al desarrollo de las fuerzas productivas del país.
Curiosa compañía es la "Gran Antilla", dedicada a "seguros de buques, mercancías y esclavos", creada en 1846 con 500 millones de capital nominal, pero fundida al poco con el recién creado Banco Español de Ultramar. (...)
(Continuar)
Frente a la febril actividad financiera, contrasta el lento desarrollo de las empresas industriales de categoría. La creación en Barcelona de "La España Industrial" (50 millones de reales) por los hermanos Muntadas, para dedicarse a la industria textil en varias provincias, es el acontecimiento más destacado (noviembre de 1848). (...)
En cuanto a las sociedades de mediana cuantía, gran parte de ellas fruto de la especulación, nacían y morían por doquier. (...) Las empresas de capital extranjero eran aún poco numerosas. (...) Las inversiones eran poco cuantiosas, el mercado nacional sumamente débil, y si en Catalunya y el País Vasco surge el espíritu de una empresa industrial, los capitales producto de la acumulación agraria se orientan hacia la especulación, el crédito o la concesión gubernamental, y no al desarrollo de las fuerzas productivas del país.
Curiosa compañía es la "Gran Antilla", dedicada a "seguros de buques, mercancías y esclavos", creada en 1846 con 500 millones de capital nominal, pero fundida al poco con el recién creado Banco Español de Ultramar. (...)
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