27 nov 2012

Fenomenal

El aprendizaje de un monje

 

El otro día mi buen amigo D. me contó esta historia, de la que supo mirando un documental del Discovery Channel emitido por La2:

Soi'Nam Nyi'yan es un joven monje miembro de una extraña y minoritaria secta de inspiración budista que en el pasado arraigó en la vertiente sur del Himalaya y que en el momento de máxima difusión de su credo llegó a contar con seguidores desde el Tíbet hasta la región de Katmandú. Luego, épocas oscuras hicieron que el número de fieles fuera decayendo gradualmente hasta que la confesión quedó en algo residual y sin verdadero significado más que para aquellos pocos grupos que aún la conforman y viven según los dictados de su ancestral legado. 

Ciertamente,  los avatares de la historia no se han portado bien con estos grupos étnicos. Sin embargo, hoy es un día feliz para Soi'Nam Nyi'yan, ya que a sus catorce años va a pasar el primer rito de iniciación en la casta sacerdotal y va a ser aceptado como monje aprendiz, después de arduos años de trabajo y esfuerzo por penetrar el significado de las enseñanzas de sus maestros.

Al alba, Soi'Nam Nyi'yan, que ha pasado la noche en vela tal y como marcan la tradición y el estricto código de conducta de la comunidad religiosa a la cual pertenece, ha repasado mentalmente por enésima vez los fundamentos del credo, temiendo olvidar alguna de las importantes palabras que debe recitar de memoria y que resumen la idea central de su ideología. Porque esta religión valora que el criterio de un hombre es siempre imperfecto, enseña a los jóvenes que quieren iniciarse en ella los siguientes axiomas, que deben interiorizar para poder ascender en la jerarquía sacerdotal y que les acompañarán para siempre sin abandonarles ya jamás:

Recuerda: el espíritu humano sólo puede aprehender los fenómenos de la realidad, nunca la realidad en sí.

Y recuerda: ni siquiera todos los fenómenos, tan sólo los de la materia.

Y recuerda: ni siquiera todos os fenómenos de la materia: tan sólo las relaciones entre algunos de ellos, y que son humanamente perceptibles.

Y recuerda: ni siquiera las relaciones entre ellos, sino tan sólo su interpretación.

Y recuerda: ni siquiera estas interpretaciones son reales, independientes del hombre; también son engendradas por el hombre.

Y recuerda: ni  siquiera son las únicas interpretaciones humanamente posibles. Tan sólo son las más humanas.

Es obvio que la idea central que inspira esta filosofía es que todo monje y sacerdote debe mantener en todo momento una absoluta prudencia y humildad intelectual frente a lo que le rodea. Debe entender que la realidad es compleja y asumir que en ningún caso sus ideas e interpretaciones sobre la misma llegarán probablemente a identificarse plenamente con lo que concebimos idealmente por Verdad. Con ello mi amigo D. quería poner de manifiesto la problemática relación existente entre intelecto y realidad y lo absurdo que es el concepto de Verdad y, por supuesto, lo ridícula que resulta, a la luz de estas verdades, la pretensión de poseer la Verdad y estar en Lo Correcto.


No puedo estar más de acuerdo. El documental, me comentó D. tiene ya unos años. Estaría bien saber qué tal le va a Soi'Nam Nyi'yan.

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